El goteo de sentencias que condenan las cláusulas suelo -continuo desde que saltaran a la palestra- se ha acelerado desde que el Tribunal Supremo (TS) emitiera su fallo contra éstas el 9 de mayo -obligó a eliminarla a BBVA, Novagalicia Banco y Cajamar-. Sólo entre los días 28 de junio y 1 de julio, según ha informado la agencia Europa Press, han salido a la luz tres nuevos autos que anulan este suelo aplicado por diferentes entidades que no están entre las ‘señaladas’ por el Supremo. Además, estos fallos sí obligan a estas entidades a devolver las cantidades cobradas retroactivamente.
Concretamente, el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Málaga ha declarado la nulidad de un suelo comercializado por Unicaja en agosto de 2006 apremiando a la devolución del dinero cobrando por este concepto a dicha entidad (en total, 2.462 euros más los intereses y otras cantidades que se hayan devengado). Esta sentencia, que no es firme, ha sido recurrida por Unicaja alegando que no aplica la doctrina del TS «porque es anterior a la misma en el tiempo» al haber sido dictada el 9 de abril.
‘Supone una clara ruptura del equilibrio de las prestaciones’
La jueza, sin embargo, ha argumentado su carácter abusivo señalando a que se establecía que «en ningún caso el tipo de interés aplicable al prestatario será inferior al 3,5% nominal anual». Apunta, en este sentido, que «no puede concluirse que esta estipulación haya sido negociada individualmente». Y aclara que «supone una clara ruptura del equilibrio de las prestaciones ya que viene a cubrir única y exclusivamente el riesgo de una de las partes contractuales».
El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Bilbao también ha anulado las cláusulas suelo de 20 contratos hipotecarios de Ipar Kutka Rural después de una denuncia colectiva de Adicae. Ha obligado a esta entidad a devolver el dinero que cobró a los clientes a raíz de esta cláusula -sus préstamos fijaban un suelo de entre el 3% y 4% y un techo del 15%-. Este fallo se ha producido en la línea de la sentencia del TS y se ha basado en la no existencia de simulaciones de los escenarios futuros de los tipos de interés (evolución del Euribor). «No hay una información clara y comprensible», dice el auto.
‘Queda enmascarada que diluye la atención al consumidor’
Además, el juez ha estimado que esta cláusula ha sido ubicada «en una abrumadora cantidad de datos entre los que queda enmascarada que diluye la atención al consumidor». «No se trata de valorar si el producto o servicio es caro o barato, sino si el consumidor realmente ha podido valorar el precio que se le ofrecía», se lee en la sentencia. «Cada uno de los consumidores», prosigue el texto, «padecieron un desequilibrio importante en sus derechos y obligaciones respecto de los de la entidad».
Por último, la otra sentencia reciente que ha salido a la luz a través de Europa Press ha sido la emitida por el Juzgado de lo Mercantil de Vitoria. Esta vez, la entidad en la picota es Caja Extremadura -ahora, Liberbank-. Se obliga a este banco a devolver al cliente 16.983,37 euros al cliente, que estaba atado a un interés mínimo del 4,45% con un máximo del 12%. «Abusivo y desproporcionado». Así de claro ha calificado la juez este punto.
‘La obvia mala fe que preside la actuación’
La juez incluso ha ido un poco más allá declarando «la obvia mala fe que preside la actuación». Califica la cláusula suelo como «un instrumento de cobertura de riesgo irreal». En su opinión, «los efectos beneficiosos de la utilización de una determinada cláusula financiera para el buen funcionamiento del sistema no pueden proyectarse a la relación jurídica individual del consumidor si la aplicación de ésta rompe la debida reciprocidad entre las partes». Liberbank ha recurrido.
Ante este panorama, no son pocas las voces que piden la supresión general de las cláusulas suelo. Incluso el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha dejado abierta la puerta a esta posibilidad. También Francisco González, presidente de BBVA, espera que todas las entidades opten por quitarla. Pero por el momento, la única ficha que ha movido el Banco de España ha sido la de pedir a todos los bancos que preparen un informe sobre el impacto que tendría en sus cuentas el adiós del suelo.
Fuente: El mundo